TÉ NEGRO
Fascinante diversidad
Darjeeling con aroma floral, Assam oscuro y especiado, o Ceilán con su ligero toque amargo, el té negro se caracteriza por su gran diversidad aromática.
El nacimiento del té negro se remonta al sigo XVI, cuando una lata de té verde se oxidó debido a un defecto en la producción. En lugar de tirarlo, decidieron probar el brebaje de hojas marchitas y su sabor especialmente aromático les conquistó. Sin embargo, el té negro no destaca sólo por su aroma, sino que también por las vitaminas y los minerales que contiene, así como los aceites esenciales y la cafeína.
Sin embargo, el té negro no destaca sólo por su aroma: también por las vitaminas y los minerales que contiene, así como los aceites esenciales y la cafeína.
La gran diferencia del té negro con respecto al café está en que el té negro libera mucho más lentamente la cafeína en el organismo que el café. Además, tiene una doble función: si dejamos reposar el té negro 2 minutos obtendremos un efecto estimulante mientras que si lo dejamos más de 5 minutos el efecto será todo lo contrario y resultará un buen calmante.